miércoles, marzo 14, 2007

Caminitos

Desde que somos chicos escuchamos de lo bueno que es eso de tener sueños, imaginarse dónde queremos llegar y plantearse metas para lograrlo... Y si no tenemos claro cuáles son los pasos a seguir por los próximos años... nos consideran unos perdidos...

A mis 25 he visto que a veces tener el camino tan dibujado sólo hace que nos perdamos en el mismo mientras lo recorremos... ¿Y qué si al final de cuentas no valía tanto la pena?

Quizás no es que no haya valido la pena, sino que las cosas cambian... Vamos perdiendo, dejando atrás lo que parecía importante, girando el rumbo y al final del camino... uf... la soledad y las mil dudas. ¿Para qué tanto plan si no queríamos seguir los pasos?

Es que es imposible saberlo antes de tiempo. El tiempo nos hace eso. La vida es todo menos constante y supongo que en el resumen final algunos nos tendremos que arrepentir o celebrar por las decisiones que fuimos tomando, por los cambios por los que optamos.

Y yo, que nunca he sido muy decidida... por lo menos sé que los arrepentimientos no me corresponden... No hasta hoy.

2 comentarios:

Nelson Alvarez dijo...

Hay un ejercicio imaginario que leí por ahi que tenía que ver con esto mismo. Se trataba de imaginar que estabas viendo tu funeral y escuchabas los discursos de tu familia, de tus amigos, de la gente de tu trabajo y de desconocidos. Habia que pensar en qué nos gustaría que dijeran de uno y así ver qué es lo que uno busca en la vida más allá de las lucas o de las cosas por las que uno lucha y después se da cuenta que no valían la pena.

Al final lo que más queda es el cariño y el crecimiento como ser, por si acaso hay algo más allá de la muerte o si nos toca volver a nacer pa seguir aprendiendo jejeje creo yo.

Saludos!

Spooky dijo...

Hola:

Tanto tiempo que no visitaba tu blog. Gracias por tu saludos, y ojalá hayas tenido un buen verano también.

Pucha, justo tu post me pilló en época de cuestionamiento. Yo creo que programarse está bien, tener metas claras y objetivos bien definidos, pero también hay que tener cierta madurez o astucia para aprovechar las oportunidades que no se ven en un comienzo. Como que hay que estar abierto a ir cambiando el rumbo, innovando, transando en algunas cosas. No hablo de venderse, pero sí adaptarse.

Bueno, espero que estés bien. Te envío un abrazo!

Christian Araya M.