viernes, mayo 18, 2007

El Manolo

Hay personas que saben de sueños. Sí, y yo creo que el Jejé es como el ícono en este tema... Ya no me acuerdo desde cuándo que vengo escuchando del mismo tema, de su confianza ciega en que lo lograría y en mí pensando "pucha que hay pocas posibilidades...". Está bien, las opciones no eran muchas pero en la vida parece que todos estamos destinados a algo y él lo tuvo claro mucho antes que la mayoría.

Fueron años, trámites y volver al mismo punto de partida, pero al final del camino está acá, a pocos días de partir por fin su nueva vida en Holanda... Me lo imagino allá por mucho tiempo, sabiendo de él cada vez menos, con hijos holandeses que alguna vez vendrán a conocer el pueblo perdido en los cerros donde creció su papá... Uf, lo vamos a echar de menos.

Y la Cata lo mira con pena, aunque lo sigue retando hasta el último día por cualquier cosa cotidiana como para aprovecharlo en todo sentido. Y yo disfruto de las despedidas no sin imaginarme lo mucho que lo voy a necesitar... Y bueno, por ahora no me queda más que esperarlo en enero con mi encargo de chocolates... No me queda nada más que eso y estar contenta... Uno más que ya no vuelve...

2 comentarios:

Soledad dijo...

"Uno más que ya no vuelve".

¿En qué momento la gente se va sin que lo hayamos asimilado?
Hasta el momento en mi caso sólo han sido amigos.. más adelante quizás sea yo la que me vaya.

Me encantó el post anterior, Sole.

Te dejo un abrazo,
Sole.

Sólo Adán dijo...

Que fome cuando ocurre eso. Se nos van nuestros amigos muy lejos, entre despedidas deseando que les vaya bien, pero tambien con la insertidumbre de pensar que en algun momento los iremos a necesitar.