Llegó el momento. Estamos a pocos días que mi hermano emprenda nuevos rumbos y hasta ahora no soy capaz de asumirlo.
A veces, en la vida, las oportunidades llegan una vez y nada más. A mi hermano le llegó justo ahora y optó. Eligió salir de acá y hacer una vida en Quito, por un año o tal vez más, para tener una vida mejor, volver y comprar la casa que siempre soñó...
Es esto de crecer y tener que armar tu vida, madurar y trazar tu camino... Y yo en este momento pienso en el miedo de no tener su fortaleza a mi lado, aunque a veces no estuviéramos de acuerdo... Se va y me haré cargo yo hasta de lo que no quería y se va como tantos otros que ya han partido, que se fueron por un tiempo y salieron para siempre de mi vida. Al menos con el hermano eso no puede pasar.
Y yo ahora sólo espero que le vaya bien, que ésta sea una despedida alegre y que para mediados de este año pueda ir a verlo como estoy planeando... Nada mal un viajecito a la mitad del mundo.
domingo, enero 06, 2008
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