Feriado Redondo

De que este fin de semana estuvo bueno... estuvo. Fueron cuatro días de pura celebración y pasarlo increíble... De MARAVILLA...

La historia fue más o menos así:

Partimos el sábado, más tarde de lo prometido, a la casa de Nacho al Cajón del Maipo. Yo hace muchos años que no me aparecía por esos lados, así que estaba de lo más emocionada con este paseo... Eso sí que en mi condición de mujer soltera, partí sola con dos parejas. Sí, me merezco un aplauso cual comercial de Coca Light... Pero a mí no me importó que la Jóse llevara sólo dos semanas de romance y no conocer a los otros dos... No, yo sólo quería salir de la capital y pasarlo bien. Y hay que decirlo, todos muy buena onda jamás me hicieron sacar el violín que ya tenía preparado.

Como buen 18 apenas llegamos prendimos la parrilla y empezamos con las piscolas. Así se nos fue la tarde... nos llegó la noche y partimos a la fonda. Todo lo que yo quería: fonda de verdad como corresponde... El día siguiente fue prácticamente igual, pero con una siesta reponedora durante la tarde... Ya para la noche llegó el último de los amigos y yo ya tenía partner para los bailes de las próximas dos noches...

Los últimos días fueron de canciones, exageraciones, robos, mucha comida, más piscolas, dormidas, perdones y disculpas, y la cabaña de mierda (no hay otra expresión) para la última noche. Y, por supuesto, de imitaciones de Fabrizio e insultos en un portugués que sólo sacaba carcajadas en mí.

¿Broche de oro? Lejos la cartita de los vecinos el último día...